ANIMALES SALVAJES
Las
selvas de este planeta están llenas de animales salvajes que varían
en términos de apariencia, hábitat, y hábitos alimentarios.
Compilar una lista de los animales de la selva es una tarea difícil,
teniendo en cuenta que cada animal pertenece a una especie o
subespecie.
La
selva, también denominada «bosque tropical», es una formación
vegetal boscosa, muy exuberante, verde todo el año y propia de
regiones ecuatoriales y tropicales.
Se
trata del bioma más rico en especies de toda la tierra y, sobre
todo, en especies de árboles, que a menudo alcanzan grandes
dimensiones.
El
bioma de la selva está distribuido dentro de la franja latitudinal
limitada por los dos trópicos, al norte y al sur del ecuador. Se
reparte en tres áreas continentales o de grandes islas a lo largo de
América, África y Asia sudoriental, con los territorios añadidos
de Nueva Guinea, diversas islas del Pacífico tropical y el extremo
nororiental de Australia.
La selva tropical o
bosque lluvioso tropical es la selva o bosque denso de clima tropical
húmedo que se caracteriza por unas elevadas precipitaciones (2000 a
5000 mm anuales) y una elevada temperatura media. Son pluvisilvas que
se sitúan en las proximidades del ecuador terrestre, en América,
África, Asia y Oceanía. (para la Selva tropical seca, ver Bosque
seco)
De todos los tipos de
bosque tropical, la selva tropical es el ecosistema de mayor
extensión y de mayor importancia. Su vegetación está formada por
especies de hoja perenne y ancha. Son comunes las especies epifitas.
Es un ecosistema con una gran riqueza y variedad de especies y de
gran interés porque su biodiversidad es fuente de muchos recursos:
alimentos, medicinas, sustancias de interés industrial. Aunque
ocupan menos del 7 % de la superficie de las tierras emergidas,
contienen más del 50 % (según algunos científicos este porcentaje
se elevaría hasta más del 90 %) de las especies animales y
vegetales del mundo. Una hectárea de pluviselva tropical puede
contener más de 600 especies arbóreas.
El suelo de estas selvas
es muy pobre en comparación con la riqueza de vida que soporta ya
que la mayor parte de los nutrientes se encuentran en los seres vivos
y no en el suelo. Cuando este ecosistema es destruido, por la tala o
el fuego, su recuperación es muy difícil porque el suelo desnudo se
hace costroso y duro sufriendo un proceso de laterización. Los
suelos pobres de estas selvas no son aptos para la agricultura,
porque en tres o cuatro cosechas pierden sus nutrientes.
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